Me encanta pasear caminos.
Hay caminos suaves y rectos, adornados con preciosos árboles, donde se respira la calma y donde reina el silencio.
Otros senderos son más divertidos y estrechos, rodeados de hierba fresca y miles de flores, surcados por pequeños arroyos que cantan como en los más hermosos sueños.
Hay rutas empinadas que conducen a montañas que rozan el cielo, y se retuercen mágicamente desde los valles abrazando colinas y cerros.
Otros descienden a lo más profundo y te llevan a disfrutar de lo que llevas dentro.
Elige tu camino en la vida y piensa que todos son bellos.