Hoy quiero que me cubras con el manto amoroso de tus caricias para sentir la vida latir en mi corazón y en mis brazos.
Sueño con mirar tus ojos limpios y llenos de magia, mientras me acunas plácidamente con tus manos.
Me dejaré tocar por la luz de tu alma pura y el brillo eterno de tu ser, mientras nos unimos en un tierno abrazo.
Descansaré de las prisas y del correr incesante del tiempo para navegar en las olas dulces del cariño infinito que tanto anhelamos.
Pasearemos por cielos infinitos, por mares azules y por preciosos caminos coloridos y mágicos.
Seremos uno en la infinidad, la unión perfecta y armónica de lo divino y de lo humano.