La sensibilidad es una señal de fortaleza del espíritu y del alma.
Cuando eres sensible te conectas con tu esencia más profunda y divina, con la fuente y el centro de tu corazón en calma.
Aprecia lo sublime y lo sencillo, lo pequeño y lo infinito, lo terrenal y lo divino... y disuelve todas tus corazas.
Valora lo que sientes y lo que amas, mientras te meces en el eterno mar de emociones, sentimientos y esperanzas.
No dudes en sentir y confía en tu guía interior que te protege, te cuida y te orienta en la vida infinita que se mueve en una perfecta danza.