En tu interior está el tesoro que siempre has buscado, el Amor que anhelas y que te espera desde siempre. ¿No vas a buscarlo? Serás feliz al descubrirlo.
Quizá hayas pasado gran parte de tu vida buscando fuera, buscando lejos. Tal vez has esperado la felicidad en otras personas, en otros lugares. Puede que sea la hora de regresar a ti. Vuelve la mirada hacia tu interior y observa lo que sientes. Por favor, no tengas miedo. Acepta y perdona todo lo que observes y recuerda que todo está bien así. Eres tú, amigo. Tal vez sea el momento de volver a empezar, de regresar al comienzo… de recordar aquel niño pequeño, libre, inocente y puro. Desde entonces has acumulado muchas cosas… Muchas, mi niño. Es hora de desenredarte , de soltar todo lo que te sobra. Contempla el adulto que eres y todas las cargas adquiridas y que ya no necesitas. Vuelve a lo sencillo de tu Ser. Por un momento observa todas tus etiquetas, tus creencias y pensamientos. La mayoría ni siquiera son tuyos, amigo hermoso. Ve más allá de todo eso y busca en medio del aparente caos. Quédate con el Amor y la Luz que eres. Lo descubrirás en tu corazón. Tú eres mucho más de lo que has creído o te han hecho creer. Suelta y libérate. Quédate con tu esencia, con tu Alma pura y libre.
No importa si eres alto o bajo, rubio o moreno, si tienes ciertas creencias, si has conseguido mucho o poco. Mira más adentro y siente tu Ser. Poco a poco desprende tus ropajes superficiales y suelta lo que no te pertenece. Libérate de los apegos y vuelve a tu centro. Emprende el camino de regreso a ti.
Siente el Amor que eres.
