Ábrete a la abundancia que te llega desde el universo y disfruta cada regalo de la vida en lo profundo de tu ser.
Extiende con dulzura tus manos para recibir la caricia de la lluvia y la brillante energía del sol.
Acoge en tu hermoso corazón todos tus dones y talentos, y siente el infinito valor de expandir y florecer.
Agradece cada experiencia y cada instante de tu existir, pues nada es vano y todo requiere tu amor.
Mereces la felicidad y la dicha plena, desde siempre, pues es tu propia luz la que siempre te ilumina y te acompaña desde tu más temprano amanecer.