Hay luces que brillan en la Tierra como las más bellas estrellas, iluminando vidas y caminos, latiendo en los más hermosos corazones.
Hay destellos de infinitos universos en todos los lugares, despertando a seres dormidos, creando tejidos y redes de preciosos amores.
Son chispas de luz divina, pequeñas luciérnagas que iluminan las noches oscuras, faros de consciencia que derraman multitud de colores.
Observa en cada vida que renace, en cada ser que despierta, en los ojos brillantes, en la naturaleza eterna, en todos los animales y en cada una de las flores.
Mira con atención la belleza que te rodea, las luces que iluminan tu sendero y cada ser que te acompañan todos tus días, tus noches y tus atardeceres.
¿Sabes? Tú eres una de ellas. Eres la presencia divina que camina por la Tierra, repartiendo pedacitos de luz y creando primaveras.