Puede que cierto día te despiertes con una nueva sensación de conexión con tu propio interior y con el todo que te envuelve.
Tal vez sea un súbito y dulce amanecer que surge inesperadamente en tu corazón ante cualquier detalle que te regale el firmamento.
Quizá una noche disfrutes de un lúcido sueño donde se produce el mágico reencuentro con tu ser que te envía mensajes de amor y cariño.
A lo mejor un colorido atardecer te sorprenda con sus destellos y haga vibrar tu corazón, haciendo renacer la luz infinita que emana de tu alma.
Cuando menos lo esperes, la vida te ofrecerá el precioso don que siempre te ha pertenecido, y se retirarán todos los velos para que luzca brillante tu espíritu.